Opiniones Recibidas

Maty

O meu pai é usuario do centro de día Lembranzas dende hai algún tempo, para él e a súa saúde é moi importante ir cada día ao centro donde o tratan con todo o coidado e cariño. O tempo que pasou polo confinamento sen poder ir supuxo un grande atraso na súa saúde. E para a miña familia o centro supón unha axuda indispensable para poder seguir coas nosas vidas e saber que o noso pai está ben atendido e querido. Estaremos sempre agradecidos polo seu apoio, o seu cariño e coidados. Moitas grazas, sen vos sería moi difícil seguir adiante.

Consuelo

Lembranzas axúdanos a buscar solución aos problemas derivados de enfermidade e aportounos a tranquilidade de poder ir traballar sabendo que papá está en boas mans, atendido co mesmo agarimo que lle dedicarían aos seu propios país. Sempre agradecidos.

Ángeles

El centro de día a nuestra familia de aportó paz, tranquilidad. La más beneficiada es la enferma, que se relaciona con otras personas y realiza unas actividades que en casa no hacía. Pero también el resto de la familia tiene un tiempo para respirar y poder hacer cosas tan simples como ir al supermercado sin preocupaciones. Nos daba un poco de miedo al principio por si se sentiría encerrada o abandonada allí, pero ahora los días que no va se siente ansiosa.  En verdad sentimos que fue la mejor decisión que tomamos para el bienestar familiar.

Maty

A aquellas familias que acaban de recibir un diagnóstico les diría que todo puede mejorar, que en principio todo parece muy difícil, pero se hace, y que la opción de centro de día es lo mejor para el paciente y la familia. El personal tiene conocimientos y medios para mejorar su calidad de vida, que las familias no conocemos, y seguir unas rutinas y actividades es bueno para todos. Sobre todo confiar en el personal del centro porque para mí saber que tratáis a  mi padre con tanto carió es lo que me ayudo a llevarlo. Al principio tienes sensación como de abandono pero al verlo también, se pasa. Muchas gracias!

Ángela

Nuestra experiencia se puede resumir en 4 palabras: responsabilidad, entusiasmo, dedicación y cariño a nuestros familiares. Estamos en buenas manos.

Minia

Para Pastora é unha forma de manterse activa mentalmente e para meu sogro esos días que vai ó centro, permítelle desconectar e sair sen estar pendiente dela, é dicir, independencia.

Mayte

Llevamos muy poco tiempo para poder dar una opinión, y si eso le sumamos que Esther no nos transmite demasiada información hace más difícil todavía aportar una valoración objetiva.

Lo que si podemos decir  es que a la familia de Esther el Centro le está aportando la tranquilidad de que está en un sitio en el que la van a atender y cuidar bien, mientras su familia no se puede hacer cargo de ella.

Nos encantaría poder decir que hemos notado una leve mejoría a nivel cognitivo desde que empezó a acudir al Centro, pero tristemente de momento no es así.

Estamos esperanzadas de que cada día se irá adaptando un poquito mejor, y  la tristeza que la embarga ahora cada vez que tiene que acudir al centro, vaya desapareciendo. Muchas gracias por todo!!

J. Ramón

A nivel individual que mi madre acuda a Lembranzas supone una tranquilidad y saber q mi madre queda en buenas manos cada vez q asiste al centro. En pocas palabras una salvación.
Para mi madre supone una motivación y volver a sentirse útil. A nivel mental la recuperación fue enorme pq estaba perdiendo mucho. Sólo tiene palabras de agradecimiento para las empleadas del centro.

José A.

Para miña nai foi un motivo para ter mais contacto con personas e pasar as horas entretenida e o mismo tempo sentindose útil
Para nos os familiares poder ter tempo para os nosos traballos e estar tranquilos sabendo que esta atendida e feliz

María José

Nuestra madre al poco tiempo de asistir al centro mejoró notablemente la expresión oral. Más de un año despues notamos en general una mejoría apreciable dentro de la evolución de la enfermedad cognitiva que padece. El personal del centro es muy bueno en el aspecto profesional y humano. Tomamos una buena decisión.

Serafín

Hace poco más de un año tomé la decisión de buscar un centro de día para mi madre.

Sinceramente, he de decir que fue después de pasar bastante tiempo intentando cuidarla personalmente. Llegó un momento en que, debido a sus dolencias físicas y mentales, me di cuenta de dos cosas: que no le podía dedicar ni el tiempo ni los cuidados que precisaba, y que tenía que asumir que necesitaba ayuda, pues era una situación que no iba a mejorar con el tiempo, sino todo lo contrario.

Al principio, fue duro para ambos. Ella no entendía por qué no podía seguir en casa como siempre y protestaba, situación que a mí me hacía sentir mal. Ahora, ella se ha adaptado e ir ya forma parte de su rutina diaria. Por mi parte, tener a mi madre atendida en el centro, me ha dado la tranquilidad suficiente para poder conciliar su cuidado con mi trabajo.